Hospital Veterinario Cantabria

taquicardia ventricular paroxistica felina

Caso clínico: Taquicardia Ventricular paroxística. El caso de Pícara.

Anamnesis e historia clínica:

Pícara es una gata de 7 años, esterilizada y de raza Sphynx. Hace varios años, en un control rutinario su veterinario detectó un soplo cardiaco y tras la realización de una ecocardiografía se le diagnosticó Cardiomiopatía hipertrófica en fase B1 (animal asintomático y que no presenta dilatación del corazón). En este momento Pícara no precisa medicación y se pautan revisiones anuales.

El pasado mes de Noviembre Pícara acudió a nuestro hospital veterinario para realizar dicho control. En esta ocasión se detectó a la auscultación una taquiarritmia (taquicardia,
aumento del número de latidos por minuto –lpm–) muy irregular, con frecuencias cardíacas muy elevadas.

Pruebas diagnósticas

Se decidió realizar un electrocardiograma en el que se detectaron episodios (o salvas, como se denominan a la hora de interpretar electrocardiogramas) de taquicardia ventricular (>200 lp,m) intercaladas con fases de ritmo sinusal (normal) ligeramente acelerado (140-160 lpm).


Posteriormente se realizó la ecocardiografía, donde pudimos comprobar que la hemodinámica y la morfología cardíaca seguían estando compensadas a pesar del nuevo síntoma desarrollado por la paciente (taquicardia ventricular).

Aquí os enseñamos unas imágenes de la ecocardiografía de Pícara, donde además de la hipertrofia del ventrículo podemos apreciar una obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo (estenosis):

ECOGRAFIA-Taquicardia-Ventricular-paroxistica

Ilustración 1 SAM (Movimiento Anterior Sistólico) de la válvula Mitral.

estenosis felina

Ilustración 2 Estenosis dinámica del tracto de salida del VI e insuficiencia Mitral asociada(SAM).

Ilustración 3 Modo “M” donde se identifica el engrosamiento (hipertrofia) del ventrículo izquierdo.

Pícara no presentaba el atrio izquierdo (aurícula) dilatado, lo que implica que su enfermedad (Cardiomiopatía hipertrófica) se encuentra estable.

Ilustración 4 Ausencia de dilatación del atrio izquierdo

caso clinico felino hospital veterinario cantabria

Ilustración 5  Electrocardiograma (ECG) donde solo se aprecia un complejo ventricular prematuro (CPV) aislado.

Con estos hallazgos se recomendó realizar un HOLTER durante 24 horas para evaluar mejor la gravedad de esta arritmia.

El Holter es básicamente un electrocardiograma continuo durante al menos 24h, lo que permite detectar mucho mejor arritmias y anomalías en la actividad eléctrica del corazón de los pacientes.

Consiste en colocar unos electrodos en el cuerpo del paciente que se conectan a una grabadora la cual registra el electrocardiograma el tiempo deseado por el veterinario, que puede ir desde las 24 h hasta una semana. Para lograr que el dispositivo no se caiga se utiliza un vendaje o un “bodie” de neopreno que lo sujete y proteja bien puesto que siempre es recomendable que el paciente realice esta prueba en su casa, ya que un ambiente hospitalario puede alterar el resultado final de la prueba.

En nuestro caso, Pícara llevó el dispositivo durante un día completo. A continuación podemos ver una imagen de una parte del registro del Holter donde podemos ver varios episodios de taquicardia ventricular (zonas en rojo):

Ilustración 6 Registro Holter de Pícara

Detectar estos episodios es muy importante puesto que pueden ser muy peligrosos para nuestro paciente, ya que se asocian con un riesgo alto de síncopes incluso con muerte súbita.

Tratamiento y evolución

Se instauró tratamiento con atenolol, un fármaco perteneciente al grupo de los betabloqueantes que se utilizan para disminuir la aparición de taquiarritmias.

Al mes de tratamiento se realizó un nuevo Holter donde pudimos apreciar una reducción evidente tanto en el número como en la gravedad de los complejos ventriculares que presentaba Pícara y las taquicardias ventriculares sostenidas prácticamente desaparecieron.

Con esto podemos concluir que el tratamiento de Pícara está siendo efectivo y se decidió continuarlo en el tiempo.

Pícara deberá acudir anualmente a sus revisiones para poder detectar rápidamente si su enfermedad evoluciona y si son necesarios nuevos fármacos para mantenerla estable.

Cardiomiopatía hipertrófica felina

La Cardiomiopatía Hipertrófica Felina (CMH) es la patología cardiaca más frecuente en la especie felina y su prevalencia es muy alta llegando a padecerla hasta el 25% de los gatos, según varios estudios, por lo que se trata de una patología infradiagnosticada en el día a día.

La CMH felina es una enfermedad del músculo cardíaco (miocardio) que cursa con engrosamiento progresivo de la pared ventricular. Al ser una patología adquirida y progresiva, existen varias fases, desde compensada y asintomática (B1, el caso de Pícara) a fases más severas que pueden cursar con insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) y desarrollo de tromboembolismo.

Para su correcto diagnóstico es imprescindible la realización de una ecocardiografía completa, prueba en la que evaluamos tanto la morfología interna de las cavidades (aurículas y ventrículos) y válvulas cardiacas, así como estudios de funcionalidad y hemodinámica.